Washington, D.C., La Casa Blanca, junio de 2022.- Las alzas de precios de la energía y los combustibles, problemas ocasionados por la pandemia global, cambio climático y el impacto de la guerra en Ucrania, se ciernen como una amenaza para los precios de los alimentos en todo el mundo y en el Hemisferio Occidental. Muchos de nuestros vecinos dependen de manera significativa de las importaciones de alimentos y son particularmente vulnerables a los aumentos en los costos de los alimentos. La región está experimentando el mayor incremento en los precios de los alimentos de toda una generación.
Durante la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, el Presidente reunió a socios claves para abordar esta crisis y anunció un aporte de USD 331 millones destinado a asistencia humanitaria, asistencia para la seguridad alimentaria y asistencia para la reducción del riesgo de desastres; del total de USD 664 millones, que incluye apoyo para las poblaciones de refugiados y migrantes.
La cantidad de personas que enfrentaron inseguridad alimentaria grave en América Latina y el Caribe (ALC) se duplicó entre 2014 y 2020, y alcanzó a más de 90 millones de personas. Como consecuencia de la crisis humanitaria, económica y política en Venezuela, aproximadamente un tercio de la población está expuesta a condiciones de inseguridad alimentaria y los índices de desnutrición infantil han llegado a niveles de emergencia: el 50% de los niños y niñas menores de cinco años muestran signos de desnutrición. En Honduras, el Programa Mundial de Alimentos informó que, a fines de 2021, la cantidad de personas que enfrentaba situaciones de inseguridad alimentaria prácticamente se había duplicado en apenas un año; en gran medida, debido a la pandemia de COVID-19 y al impacto de los huracanes Iota y Eta. Además, debemos abordar la cuestión de la inseguridad alimentaria en la región para impulsar nuestros esfuerzos cooperativos en materia de migración y reforma económica “inteligente” respecto al clima.
Estados Unidos está ampliando las inversiones en redes de seguridad social fundamentales para ayudar a reducir la pobreza y los shocks alimentarios en la región y para aportar más fondos destinados a paliar las necesidades humanitarias y de seguridad alimentaria que mejorarán la calidad de vida para los pueblos de toda la región. Estados Unidos ocupa una posición de liderazgo en la campaña global para mejorar la seguridad alimentaria, que incluye desde nuestro trabajo el mes pasado presidiendo la reunión ministerial del Llamado a la Acción por la Seguridad Alimentaria Global hasta nuestros compromisos en la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la ONU y la Cumbre de Nutrición para el Crecimiento 2021 en Tokio, y haber asumido recientemente la copresidencia del Programa Mundial de Agricultura y Seguridad Alimentaria (Global Agricultural and Food Security Program, GAFSP). Estamos trabajando en estrecha colaboración con instituciones financieras internacionales para acelerar la respuesta a la inseguridad alimentaria en áreas claves, que incluyen: (i) brindar asistencia a personas vulnerables; (ii) promover el comercio abierto; (iii) mitigar la escasez de fertilizantes; (iv) brindar apoyo a la producción de alimentos ahora y (v) invertir en agricultura con resiliencia al clima para el futuro. También apoyamos que se implementen con celeridad los compromisos establecidos en el Plan de Acción para Abordar la Inseguridad Alimentaria de la Institución Financiera Internacional (International Financial Institution, IFI).
Declaración conjunta de exportadores agrícolas: Un tercio de los alimentos mundiales se producen en las Américas, y la crisis alimentaria global de la actualidad representa una oportunidad y una responsabilidad para que la región dé un paso adelante y suministre una parte mayor de las materias primas (commodities) de todo el mundo. Estados Unidos se comprometerá, durante la Cumbre, a trabajar en forma conjunta para mejorar la producción de alimentos destinados a la exportación, incrementar la producción y el transporte de fertilizantes, y mejorar la eficiencia agrícola a través de soluciones técnicas e intercambios de información.
Seguridad alimentaria y asistencia humanitaria: El Gobierno está anunciando un aporte de aproximadamente USD 331 millones en asistencia para atender necesidades de seguridad alimentaria y brindar asistencia humanitaria en todo el hemisferio. Esta contribución complementará el compromiso existente, por parte de Estados Unidos, de brindar asistencia humanitaria que salva vidas, como respuesta a las situaciones de inseguridad alimentaria grave, e impulsar las actividades de desarrollo de capacidades que mejoran la preparación y la respuesta ante desastres en todo el territorio de América Latina y el Caribe, inclusive desarrollando sistemas de alerta temprana y brindando asistencia técnica a los socorristas y las entidades de gestión de riesgos en las comunidades. A través de socios de USAID, Estados Unidos continúa priorizando los alimentos, como así también el agua y el saneamiento, el albergue, los servicios de protección y la atención básica de la salud para poblaciones vulnerables en Haití. En América Central, USAID está proporcionando alimentos de emergencia, medios de subsistencia y asistencia para la protección, particularmente en El Salvador, Honduras, Guatemala.